La aventura de GREEFA comenzó en 1940 como Greefa comenzó como un pequeño fabricante de carros. Rodeados por cultivadores de manzanas que estaban buscando una solución para clasificar las frutas, los hermanos Jacob y Anton de Greef se sintieron llamados a reinventar la rueda. Su primera clasificadora en forma de círculo, llamada “La Peonza”, resultó ser todo un éxito. Desde aquel momento ya no hubo vuelta atrás. A esa clasificadora le siguieron numerosos conceptos de clasificación y aparatos periféricos y el círculo de clientes creció sin parar.
En las siguientes décadas GREEFA siguió ampliando su ventaja. Introdujimos gran número de nuevas soluciones de clasificación y embalaje. Desde mejoras pequeñas y relativamente sencillas que tenían una influencia positiva en los procesos diarios de nuestros clientes hasta grandes innovaciones que provocaron auténticos cambios dentro del sector.
Con estas soluciones damos servicio ahora a todo el mundo. La orientación al cliente, el afán de innovación y la atención por la calidad siguen siendo tan fuertes como el primer día. Porque la era de los pioneros ya hace tiempo que ha pasado y el mercado es más profesional que nunca: siempre se puede hacer mejor. La innovación no tiene límites…